- FUERZA DE TRABAJO FEMENINO.
En Guatemala, el 59,3% de las mujeres
son pobres y 23,36% pobres extremas. Apenas un 41% de la población femenina
tiene un empleo (contra 84% de los hombres), y del total de personas ocupadas
asalariadas, solo un 33,78% tienen un contrato laboral.
Además, ganan 20% menos que los
hombres empleados (la brecha para las mujeres indígenas se dispara, ganan hasta
42,5% menos que los hombres), y también es más alta en el mercado informal, en
donde las trabajadoras perciben 30%menos ingresos que los trabajadores.
El trabajo reproductivo y de cuidado
se concentra en las mujeres: un 48,7% de las guatemaltecas de 15 a 24 años se
dedican al hogar, porcentaje que crece entre las de 25-64 años (60,1%) y entre
las de 65 y más (66,5%).
Son cifras oficiales que presentó ONU
Mujeres durante el Foro Multisectorial “Una Meta en Común: Igualdad, Innovación
y Empoderamiento Económico de Mujeres para lograr la prosperidad”, un evento de
reflexión y diálogo respecto a los desafíos actuales que tienen el estado, el
sector público, el sector privado y la sociedad en general para integrar de una
manera igualitaria a las mujeres en los mercados laborales, financieros y
políticos en Guatemala, celebrado este 7 de marzo, conmemorando el Día
Internacional de la Mujer.
El
empoderamiento económico de la mujer es clave para la eliminación de la pobreza
y el desarrollo de una mejor sociedad, y el empoderamiento de las mujeres y las
niñas es una de las metas principales de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS), destacó en el Foro Adriana Quiñones, Representante País de ONU Mujeres.
“Guatemala, en el Índice de
Competitividad Global del Foro Económico Global, en 2018 ocupó el puesto 84 del
137 países. Uno de los pilares de ese Índice es el 7, denominado Mercado
Laboral, en el que el país superó las notas en materia de eficiencia al resto
de países de la región, sin embargo, la nota relativa a la participación de las
mujeres en la fuerza laboral comparada con los hombres, es la menor en
Latinoamérica, reduciendo la competitividad económica del país. Si las mujeres
tuvieran las mismas condiciones de trabajo que los hombres, mejoraría no sólo
el Índice de Competitividad del país, sino también la calidad de vida de las
mujeres y sus dependientes”, dijo la funcionaria.
Hizo notar que
según el Mckinsey Global Institute, la participación de las mujeres en la
fuerza laboral, incrementaría el PIB mundial en
26% para el año 2030; en América Latina en 14% y las mujeres aumentarían sus
ingresos en un 76%. “Por tanto, apostar por la
igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, no es sólo
una cuestión de justicia social, es una forma inteligente de hacer negocios”.
Para cerrar las
brechas de género de la participación de las mujeres en el mercado
laboral, son necesarios esfuerzos
multisectoriales encaminados a incrementar los ingresos para las mujeres,
promover su participación en la economía formal,
garantizar servicios públicos con perspectiva de género que aseguren políticas
de cuidado que eliminen las barreras que restringen el acceso de las mujeres al
mercado, promover el liderazgo de las mujeres y asegurar una significativa
inyección de recursos para que todo esto sea posible, se destacó en el Foro.
En Guatemala, afirmó Rosa María de Frade, presidenta del Pacto Global, un creciente
número de empresas se han adherido a los 7 Principios por el Empoderamiento de
las mujeres, que incluyen temas como igualdad de oportunidades y no
discriminación, igualdad salarial, desarrollo de espacios libres de violencia.
Líderes guatemaltecos han suscrito la campaña He for She.
Este es el diagnóstico que aporta ONU Mujeres Guatemala con cifras oficiales.
Condiciones laborales: trabajan más
En general, las mujeres trabajan más que los hombres: 13 horas diarias en
promedio de las cuales 7 son remuneradas. Los hombres reportan 11 horas diarias
de trabajo, de las que 2 son no remuneradas.
Bajo acceso al crédito
Solo 4 de cada 10 créditos otorgados en el sistema bancario de Guatemala se
destinan a mujeres, y los montos para ellas son menores, no obstante que la
morosidad de las deudoras es más baja que la de los hombres (2,6% vs 3,8%).
Educación: 24 de cada 100 no saben leer ni escribir
En Guatemala solo 76 de cada 100 mujeres saben leer y escribir, contra 86
hombres por cada 100. En 2017, un 6,23% de los hombres alcanzó el nivel
superior de educación, frente a un 4,81% de mujeres.
Participación ciudadana: mayoría en el padrón,
minoría en cargos de elección
En 2015, el 55,1% de votantes empadronadas fueron mujeres, pero el número de
mujeres electas fue de apenas 13,9% en el Congreso, de un 3% en las alcaldías
municipales.
- FUERZA DE TRABAJO INFANTIL Y ADOLESCENTE .
Los datos revelan que el trabajo infantil es aún una
realidad en el mundo. Así las cosas, es necesario continuar con las acciones
implementadas y, con toda seguridad, diseñar nuevas estrategias para acelerar
la reducción. Por ello, se requiere continuar con el monitoreo del trabajo
infantil. Este documento presenta las estimaciones de niñas, niños y
adolescentes ocupados y en trabajo infantil en Guatemala, tomando como fuente
de información los datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida
(ENCOVI) 2014; y como marco metodológico, la Resolución de la 18.a Conferencia
Internacional de Estadísticos del Trabajo de la OIT2.
Para desarrollar el
contenido del informe se dividió en once capítulos. Los primeros cuatro brindan
el contexto nacional e internacional, así como las definiciones estadísticas
para el cálculo del trabajo infantil; en el quinto y sexto se establece la
magnitud, tendencias y características de los niños, niñas y adolescentes
trabajadores; en el séptimo se calcula el trabajo infantil y otras categorías,
como el trabajo peligroso. En el octavo se estudia a detalle las diferencias en
el acceso a la educación en función de su condición de trabajo.
El noveno trata de encontrar algunas relaciones entre las
características de los hogares y el trabajo infantil, mientras que en el décimo
se detallan algunas respuestas de política pública que el Gobierno de Guatemala
ha llevado a cabo para erradicar el trabajo infantil. Finalmente, en el
capítulo undécimo se exponen las conclusiones y recomendaciones del informe. Se
espera que los resultados contenidos en este documento sean de utilidad para
los actores públicos, privados, de cooperación internacional y la academia:
insumos para diseñar acciones que tiendan a disminuir el número niños, niñas y
adolescentes en condición de trabajo infantil en Guatemala.
María Fernanda Rodríguez cumplirá 15 años en 2020, fecha en la que el Gobierno de Guatemala y varias entidades económicas y sociales se han propuesto erradicar el trabajo infantil en su totalidad a través de una hoja de ruta aprobada en 2009, que afecta a varios ministerios, como el de Educación y Sanidad. De momento, ya se ha incumplido el objetivo de eliminar para el 2015 las peores formas de trabajo infantil en el país: continúa habiendo menores trabajando en fábricas de fuegos artificiales, así como picando piedra o cortando leña, sobre todo en el área rural, donde vive la comunidad indígena, tal como denuncia la coordinadora del Programa Educativo del Niño, Niña y Adolescente Trabajador (Pennat), Lenina García.
Mientras no se implemente la citada hoja de ruta, María Fernanda seguirá madrugando, tal como hace desde que tenía ocho años, para ayudar a sus padres a vender aceite, a partir de las seis de la mañana en el mercado La Terminal de Ciudad de Guatemala. Pese a que asegura que le gusta su trabajo, admite que preferiría estar estudiando para cumplir su sueño de ser secretaria.
Ella es solo una de los 3.000 menores de 14 años que se calcula que trabajan en el mercado más grande de Centroamérica, donde niños y niñas a partir de los cinco años ya realizan labores de adultos desde primera hora de la mañana ofreciendo en plena calle todo tipo de productos, cocinando en los comedores o acarreando pesadas cargas. García revela que si son vendedores ambulantes, tal vez ganen 30 o 50 quetzales al día (3,75 o 6,25 euros), mientras que quienes trabajan en comedores llegan a ganar entre 500 y 800 quetzales al mes (62,5 y 100 euros).
Esta situación no solo se da en este mercado, sino en todo el país, donde según la coordinadora de Pennat, trabajan un millón de niños, si bien el Ministerio de Empleo reduce esta cifra a 850.000. Concretamente, la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos de 2016 del Instituto Nacional de Estadística revela que en el país centroamericano el 6,3% de los niños de entre siete y 14 años realiza algún tipo de actividad económica. Además, este estudio pone de manifiesto que la mayor parte de los menores que trabajan se dedica a la agricultura (58,8%), seguida del comercio, alojamiento y servicios de comida (24%) e industrias manufactureras (9,3%)
https://www.iniciativa2025alc.org/sites/default/files/TI-GUATEMALA-ENCOVI2014.pdf
http://white.lim.ilo.org/ipec/documentos/legal_tid_guatemala.pdf
- FUERZA DE TRABAJO DE NIÑOS INDIGENAS.
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